- Generar, producir, habilitar dispositivos de acogida que sean a la vez en tanto contexto de posibles para la articulación de procesos de re-subjetivación junto a personas con itinerarios de sufrimiento medicalizado, personas con diversidad funcional y la comunidad en general.
- Contribuir a la de-construcción del estigma asociado a las categorías diagnósticas en salud mental: las personas no son sus diagnósticos. En ámbitos comunitarios las identidades, han de volver a ser sociales y flexibles, no patológicas. Los marcos de relación intersubjetiva no deberían ser capturados por las lógicas biomédicas.
- Pensar. Generar espacios e instancias asamblearias y dialógicas desde donde detenernos a pensar el mundo y el tiempo en el que estamos inmersos. Pensar la alegría, el dolor, la aflicción y las estrategias posibles para un mejor estar.
- Habilitar y acompañar la generación –participativa y colectiva- de una red de dispositivos y contextos que habiliten el desarrollo de una consciencia política desde y para las personas con itinerarios de sufrimiento medicalizado, personas con diversidad funcional y la comunidad en general. En Nikosia, el denominado “activismo” que marca la agenda actual en salud mental, no es una premisa orquestada institucionalmente sino la consecuencia natural de un hacer político que va gestándose a través de meses y años en largos procesos individuales y colectivos. A nuestro entender el devenir “activista” tiene más sentido, honestidad y efectividad cuando es en tanto resultado propio de diferentes itinerarios de re-subjetivación que ante el reclutamiento animado de las instituciones hegemónicas.
- Intervenir en los medios y las tecnologías de la comunicación social con el objeto de socializar y compartir otras maneras de explicar, problematizar y pensar el sufrimiento psíquico y las diversidades corporales. Desarrollar diferentes dispositivos comunicacionales con tal objetivo.
- Acompañar y promover procesos individuales y colectivos para la recuperación de un mejor-estar social, identitario y emocional en las personas participantes.
- Promover procesos e itinerarios de autoatención, cuidados comunes y apoyo mutuo entre y para personas con sufrimiento psíquico y diversidad funcional.
- Coordinar y desarrollar espacios culturales, sociales, deportivos, saludables, etc. en centros culturales, sociales, cívicos y casales. Talleres y laboratorios desarrollados desde una predisposición sensible hacia personas con sufrimiento psíquico y diversidad funcional, y abiertos enfáticamente a la comunidad y al barrio. Coordinar la “Red sin gravedad”
- Diseñar e impartir formaciones y seminarios en este campo. Formaciones que deriven en parte del saber adquirido en la experiencia y en la teorización sobre lo vivido en el campo de la salud mental y las diversidades, y en parte de las teorizaciones que sobre ello pueden realizarse desde diferentes disciplinas tales como la antropología, la psicología, la sociología, el trabajo social, la psiquiatría, etc. Nikosia ha desarrollado un “saber hacer” que es flexible, abierto, poroso a las transformaciones, y se comparte.
- Acoger a estudiantes universitarios y secundarios en itinerarios de prácticas en los diferentes espacios e instancias de Nikosia a través de nuestro dispositivo de Formación Situada. La Formación situada es un campo de producción y operacionalización de saberes y conocimientos. Una instancia que cuestiona y confirma, acompaña y re-piensa lo aprendido. En Nikosia, la Formación Situada es menos una práctica que un otro comienzo, una invitación al pensamiento lateral, abierto, flexible. Un territorio para acercarnos a profundizar en los saberes relacionales, de tecnologías vivas e itinerarios colectivos. Es un proceso desde donde volver a pensar lo pensado, reinventarlo. En cierta manera, es el lugar en donde se recuesta lo aprendido sobre el fondo material de la intervención: y se transforma.