Pensar otros modelos sociales que no destruyan nuestro mundo se rebela como una tarea colectiva cada vez más necesaria. Al mismo tiempo, percibirnos como parte de la naturaleza nos indica la posibilidad de recorrer caminos diferentes, caminos en los que aquello que nos rodea y aquellos junto a quienes caminamos importan. Eso nos obliga, una vez más, a seguir encontrándonos para sentipensar juntxs.