Sin dogmatismos, sin perder de vista la complejidad de las circunstancias vitales de cada persona, nos atrevemos a abordar la cuestión de la desmedicalización. Porque los tabúes y la cultura de los parches son barreras en la construcción de una sociedad realmente sana. Hacia vidas que palpitan, en común, desde el deseo de reducir el sufrimiento y los daños.