La propia vida, en su día a día, nos obliga a improvisar. Lejos de ideas románticas sobre la improvisación tanto en la música como en el arte, la historia nos dice que lxs mejores improvisadorxs han sido gente con un gran dominio de las reglas básicas de su ámbito. Pensar en la improvisación es pensar en la cuestión del control. Y eso nos puede llevar toda una vida…de improvisación.