Se podría decir que la inquietud por la existencia de otras posibles presencias no humanas siempre ha acompañado al ser humano. Quizá, lo interesante tiene que ver con la propia idea de soledad. ¿Estamos solas? Otros planetas, otros seres, otras galaxias y otros mundos, a menudo en este, nos acompañan, ya sea en nuestra imaginación, en nuestros sueños o en nuestras propias vivencias, poniendo en duda, de nuevo, eso que llaman “normalidad”.